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Personas con discapacidad

Según datos oficiales del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), una de cada 7 personas en el mundo tiene una discapacidad, viven la gran mayoría en países en vías de desarrollo y más del 80% de las personas con discapacidad son pobres”.

Por otro lado, el Banco Mundial estima que “el 20% de los más pobres del mundo tienen discapacidades, y tienden a ser considerados dentro de sus propias comunidades como las personas en situación más desventajosa.”

Por tanto, la discapacidad también es una cuestión de desarrollo, debido a que posee un vínculo bidireccional con la pobreza: la discapacidad puede aumentar el riesgo de pobreza, y la pobreza puede aumentar el riesgo de discapacidad. Y también es  una cuestión de derechos humanos, reconocido tras la entrada en vigor de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD).

La importancia de trabajar en la mejora de los estándares de vida, en la igualdad de participación y la eliminación de actitudes y prácticas discriminatorias de personas con discapacidad, queda recogida en la Carta Internacional de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas ONU.

Por otra parte, en la India viven más de 1.300 millones de habitantes y se estiman que 70 millones de personas, entre el 5% y el 8% de la población, según un informe del Banco Mundial, presenta algún tipo de discapacidad. El 75% de este colectivo vive en zonas rurales.

En India, las personas con discapacidad, sufren una fuerte discriminación social, que se traduce en una situación de vulnerabilidad y marginación  social. La discapacidad en India supone una fuerte estigmatización para la propia persona, negándole en la mayoría de los casos el ejercicio de sus plenos derechos y por tanto el desarrollo de sus capacidades y autonomía y las posibilidades de acceso a una educación especial que facilite su inclusión en la sociedad.

Todo ello, a pesar de que la Constitución de la India asegura la igualdad, la libertad, la justicia y la dignidad para todos los individuos. En términos generales, la legislación India en materia de discapacidad es muy completa y sigue las pautas de los acuerdos internacionales. Esta visión contrasta con las pocas posibilidades de desarrollarse como individuos autónomos que tienen las personas con discapacidad en la práctica.

Esta situación aún se ve más agravada en las zonas rurales, donde existe escasez de recursos y de servicios especializados.

El ambiente en que vive una persona tiene una enorme repercusión sobre la experiencia y el grado de la discapacidad, ya que la salud también se ve afectada por los factores ambientales, como agua potable y saneamiento, nutrición, pobreza, condiciones laborales, clima o acceso a la atención médica. Tal como ha sostenido la Organización Mundial de la Salud (OMS), “la desigualdad es una de las principales causas de mala salud y, en consecuencia, de discapacidad.”

En una encuesta que se llevó a cabo en la India, se estimó que “el porcentaje de menores con discapacidad que no estaban matriculados en la escuela quintuplicaba la tasa nacional en las zonas rurales, dado que la mayoría de los establecimientos de educación especial están situados en zonas urbanas.

Según datos oficiales de la UNESCO, “el 90% de los niños con discapacidad no asiste a la escuela. La tasa mundial de alfabetización de adultos con discapacidad llega solamente al 3%, y al 1% en el caso de las mujeres con discapacidad, según un estudio del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).”

Por ello, es fundamental el trabajo en la promoción de cambios sistémicos para eliminar barreras y proporcionar servicios de apoyo, a fin de garantizar que los menores con discapacidad tengan unas condiciones de vida dignas y no queden excluidos de las oportunidades educativas, y el establecimiento y la inversión de recursos especializados en las zonas rurales, donde las personas con discapacidad apenas cuentan con opciones de educación adaptadas a sus necesidades.

DISCAPACIDAD VISUAL

En el caso de la discapacidad visual, 1 de cada 3 personas con ceguera en el mundo vive en la India y se estiman en 45 millones las personas que presentan deficiencia visual, existiendo una mayor prevalencia en las zonas rurales. Esta concentración discrecional y desproporcional de la ceguera en diferentes sectores de la población y ámbitos geográficos en relación a factores socioeconómicos, evidencia una situación de injusticia social, que se puede y debe combatir con recursos y ayuda oficial al desarrollo, para tratar de erradicar los casos evitables y tratables de ceguera (80% de los casos de discapacidad visual según la OMS son prevenibles) y avanzar así en el respeto y garantía de los derechos humanos de la población con discapacidad.

En las zonas rurales de la India, resulta frecuente en caso de menores invidentes, que la familia a su cargo lo aparten y le nieguen los cuidados y la atención que les prestan a los demás hijos; la situación se hace más grave en familias de castas más baja, huérfanos o si se trata de niñas ciegas.

Existe por tanto, por parte de la familia, una gran necesidad de concienciación sobre las potencialidades de sus hijos e hijas, y de participación en el desarrollo de sus posibilidades.

Esta situación de exclusión y marginación social puede mejorar si las personas con discapacidad conquistan su autonomía e independencia. Además, alcanzar el nivel de estudios superiores, proporciona cierta respetabilidad y reconocimiento social.

Así, una de las áreas de trabajo más importantes para generar una transformación social en torno a esta problemática, se relaciona con la acogida, educación, formación profesional y laboral, haciendo hincapié en el desarrollo integral de cada una de las personas con discapacidad.